Lo “bueno” de las mal-cogidas (y me refiero a esta aventura) es que por aproximaciones sucesivas es posible acercarte a lo que quieres, si de forma propositiva te alejas de lo que no quieres. Mejor aún para acelerar el proceso, es tener claro lo que quieres. Lo difícil, sin embargo, es tener una visión del destino sin haber llegado a él.
El multi-placer de un buen amante
Una aventura de nuestra #reinamaeve